Las nuevas centralitas telefónicas en la nube son un tipo de tecnología que permite repartir el uso de equipos entre empresas o incluso entre viviendas, con el objetivo de ahorrar costes de instalación y de mantenimiento.
Por otro lado, este nuevo tipo de centralitas nos permite utilizar distintos métodos de integración con software de comunicaciones. Sin embargo, el uso de las tradicionales centralitas físicas aún sigue muy extendido, y es importante que valoremos las diferencias entre ambos tipos, a fin de determinar la más adecuada, según el uso que necesitemos hacer.
El principal valor de las centralitas virtuales, la ciberseguridad
La tendencia actual es la de contratar centralitas virtuales, pues nos proporcionan mayores posibilidades de versatilidad e integración con todo tipo de nuevos sistemas digitales. Además, no requieren del mantenimiento de las de tipo físico, ni necesitamos de una inversión inicial para realizar la instalación y conexión para las telecomunicaciones. Tan solo es necesario pagar las cuotas de la compañía que ofrece el servicio.
Sin embargo, las centralitas virtuales necesitan aportar unas garantías en seguridad informática. Las soluciones que permiten integrar los sistemas de telefonía con otros de mensajería instantánea, como los de Skype, Telegram o Facebook Messenger, por mencionar algunos, conllevan una serie de riesgos relacionados con los ataques por parte de delincuentes informáticos. Tanto los servicios de terceros como el proveedor de la centralita virtual ofrecen la mencionada garantía de protección mediante diversos sistemas antivirus y de firewall.
Por otro lado, gracias a la integración con estos servicios de chat, además de recibir notificaciones de las llamadas, podemos disfrutar del servicio de recepción de SMS y de buzón de voz, entre otros. Aplicaciones como Skype for Business servirían también para hacer llamadas a números de teléfono desde un ordenador.
Las características de las centralitas física y virtual
Existen una serie de claras diferencias entre ambos tipos de centralitas telefónicas, y cada una puede ser adecuada para distintos entornos de trabajo o domésticos, o para según qué tareas.
- La centralita física es la que llevábamos utilizando hasta hace unos pocos años en todas partes. La telefonía se centralizaba en este único equipo, cuya tarea era la de distribuir de forma física las conexiones entre los distintos teléfonos de una oficina o una red doméstica amplia.
Sin embargo, la instalación de la centralita suponía incorporarla a la red eléctrica para su alimentación, y llevar a cabo el mantenimiento del equipo adecuadamente. También es necesario diseñar y montar el cableado de la línea telefónica para todos los terminales de teléfono que deseemos incorporar a la red.
Su principal ventaja consiste en que, pese a la primera inversión para adquirir e instalar el equipo y su cableado correspondiente, el mantenimiento no conllevará demasiados costes. Sin embargo, con el paso de los años irá averiándose, o puede acabar quedando obsoleto en cuanto a prestaciones.
- La centralita virtual consiste en un sistema informático que se gestiona en un entorno de nube que provee una compañía. Se proporciona un número telefónico asociado y los terminales que se desean incorporar a la red de Internet.
Las llamadas las realizamos o recibimos bajo el protocolo conocido como VoIP. Las modificaciones o nuevas incorporaciones a la red son mucho más sencillas, porque no se necesita más hardware o extender más cableado por las instalaciones en las que se quieren establecer las comunicaciones. Es decir, todo cambio se realiza en el software, por mediación de la compañía con la que se contrató el servicio.
Estas son las principales características que enfrentan ambos tipos de centralitas telefónicas.
Si tienes experiencia con el uso de cualquiera de estas centralitas, o quieres aportar alguna nueva cuestión, puedes expresarla en los comentarios.
